DESARTICULAN BANDA QUE PROSTITUÍA MUJERES NICAS EN COSTA RICA.
DESARTICULAN BANDA QUE
PROSTITUÍA MUJERES NICAS EN COSTA RICA.
Las mujeres nicaragüenses
víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual en tres bares
propiedad de una familia de León radicada en el norte de Costa Rica, eran
drogadas para que mejoraran su rendimiento sexual con sus clientes, según la fiscal
del caso, Natalia Álvarez. Tal testimonio lo obtuvo el Ministerio Público y la
policía migratoria de parte de dos nicaragüenses, a quienes la banda
desarticulada prostituía en bares de su propiedad ubicados en La Fortuna de San
Carlos, según la fiscal; y es parte de las pruebas usadas por el Ministerio
Público en el proceso judicial. “Les daban droga para poder dar de alguna forma
la talla con todo el trabajo laboral de índole sexual. Ese día (del
allanamiento) se logró incautar bastante droga, cocaína”, añadió Álvarez.
Según la Dirección General de
Migración y Extranjería, al ser las 21:00 horas del viernes 2 de septiembre, la
policía migratoria en compañía de otras autoridades, realizó tres allanamientos
en la zona mencionada, donde se desarticulo una organización criminal dedicada
a la trata de personas con fines de explotación sexual.
Los allanamientos se realizaron en el Bar Los
Acostados, Bar El Tenampa y Bar Los Horcones, logrando la detención de cinco
miembros de dicha organización criminal, todos nicaragüenses y 4 de ellos
miembros de una sola familia originaria de León, Nicaragua.
La organización era liderada
por dos hermanos de apellidos Rivera Carrión, una de ellos es una mujer nacionalizada
costarricense de 39 años de edad; y el otro un hombre de 37 años de edad, con
cédula de residencia en Costa Rica. Como miembros de la organización
participaban la hija de la líder, de apellidos Rivera Carrión, de 22 años de
edad y nacionalizada costarricense al igual que la madre; así como dos mujeres
de apellidos Hernández Gonzales y Hernández Valle, una de ellas esposa de
Rivera Carrión. Ambas se encontraban de modo migratorio irregular en Costa
Rica.
En los allanamientos
realizados por la Unidad de Investigación de la policía migratoria, detectaron
siete personas menores de edad, 5 de ellas hijos de las posibles víctimas de
trata. En total la policía encontró 30 mujeres, entre nicaragüenses, ticas y
una dominicana.
No obstante, la fiscal
Álvarez indicó que víctimas de trata de personas se encontraron en los lugares
allanados a 11 nicaragüenses, 4 que habían escapado un día anterior, 3 leonesas
más que pusieron la denuncia ante las autoridades y una dominicana; es decir,
19 en total.
La fiscal relató que fue el
pasado 20 de agosto, cuando tres mujeres nicaragüenses escaparon con ayuda de
un cliente, quien las trasladó a San José, la capital. “La noticia criminis
ingresa con tres mujeres de nacionalidad nicaragüense, quienes alertan de que
son víctimas de trata de personas en un bar ubicado en La Fortuna de San
Carlos; que ellas al comentarle a uno de sus clientes, este decide colaborarles
y pactan que al día siguiente él las iba a venir a buscar (al bar) para
llevárselas”, explicó la fiscal.
“Ellas narran toda la situación (al 911) y a
su vez (los del servicio de emergencias) ponen en conocimiento al Inamu
(Instituto Nacional de la Mujer), que a su vez las refiere a la coalición que
es la trata de personas. Esta coalición nos informa al Ministerio Público y ahí
iniciamos la investigación con la dirección funcional de la policía de La
Fortuna, con los policías propiamente de migración”, explicó la fiscal.
Según Álvarez, la
investigación arrojó que los cuatro integrantes de la familia son originarios
de León, argumento que usaban contra las victimas para coaccionarlas, indicando
que al ser del mismo lugar conocían sus lugares de residencia y a sus
familiares. Entre los relatos, el Ministerio Público conoció que tres de las
víctimas fueron contactadas por la mujer de 39 años en el mercado de León, el
pasado 11 de agosto, ofreciendo trabajar de saloneras de bar en Costa Rica,
ganando tres veces más del salario que podían obtener en Nicaragua, es decir,
320 mensuales.
Como la mujer que las contactó era reconocida por contratar
mujeres en León para traerlas a Costa Rica, ellas accedieron a viajar, según
los relatos en poder de las autoridades. La noche de ese mismo día, las mujeres
fueron trasladadas de modo irregular por la tratante a Costa Rica en
condiciones deplorables, aguantando hambre y sed, pasando por lugares húmedos y
pantanosos.
Una vez que llegaron al norte de Costa Rica, fue recibida por otra de los integrantes de la banda, quien les aclara que han venido a este país no a trabajar de saloneras, sino “como putas”, de acuerdo con el relato obtenida por la fiscalía. “Ahí mismo (las víctimas) se niegan a realizar la actuación, pero (los de la red) les indican que está bien, que se pueden retirar hasta el momento que les cancelen la alimentación y el traslado invertida en ellas. No les dicen cuánto es la deuda, porque ellas desconocen el monto adeudado, para ellas estar siempre de deudoras y no poder nunca salir”, añadió Álvarez.
Una vez que llegaron al norte de Costa Rica, fue recibida por otra de los integrantes de la banda, quien les aclara que han venido a este país no a trabajar de saloneras, sino “como putas”, de acuerdo con el relato obtenida por la fiscalía. “Ahí mismo (las víctimas) se niegan a realizar la actuación, pero (los de la red) les indican que está bien, que se pueden retirar hasta el momento que les cancelen la alimentación y el traslado invertida en ellas. No les dicen cuánto es la deuda, porque ellas desconocen el monto adeudado, para ellas estar siempre de deudoras y no poder nunca salir”, añadió Álvarez.
Para la fiscalía, los dos
testimonios recabados el día de los allanamientos son muy importantes, dado que
por el ciclo de violencia que las víctimas sufren, es difícil obtener
declaraciones de ellas al momento de la intervención de las autoridades.
Además, según la fiscal, las autoridades hallaron otras pruebas como condones
en el área de cajas de los bares que estaban sellados, pero en el área de
supuestas cabinas donde las mujeres ingresaban con sus clientes, había
preservativos usados en las esquinas del lugar, afuera de los cuartos y hasta
en los basureros que estaban repletos de estos anticonceptivos. “Eran
condiciones infrahumanas, deplorables, suciedad completa.
Había también jeringas usadas y paquetes de tratamiento anti
influencia de enfermedades sexuales. En el allanamiento se hicieron
infiltraciones en donde algunos de los oficiales infiltrados iban a comprar el
servicio, entonces logramos decomisar los billetes marcados por un juez antes
de la diligencia”, añadió la fiscal. “Logramos también ubicar anotaciones donde
se plasmaba el nombre de las muchachas, la hora de ingreso y salida al
acostarse con un masculino, así como también les daban permisos de salir que
pagaban el monto que ya teníamos conocimiento que tenían que pagar, toda esa
información estaba en el lugar”, agregó.
Según la fiscal, las mujeres indicaron que hacían un cobro de 16 mil colones pro cada servicio sexual (cerca de 30 dólares), pero nada de ese dinero ingresaban a sus bolsillos porque debían pagar la deuda por haberlas traído a Costa Rica. “Como ellas adeudaban, no podían ganar nada hasta pagar la deuda. Todo el dinero se la dejaba la tratante, además decían que si querían salir del lugar sola tenían que pagar 10 mil colones (cerca de 20 dólares), si salían acompañadas por un cliente 25 mil colones (menos de 50 dólares) y tenían que regresar antes de las 6 de la mañana del día siguiente”, añadió Álvarez.
Según la fiscal, las mujeres indicaron que hacían un cobro de 16 mil colones pro cada servicio sexual (cerca de 30 dólares), pero nada de ese dinero ingresaban a sus bolsillos porque debían pagar la deuda por haberlas traído a Costa Rica. “Como ellas adeudaban, no podían ganar nada hasta pagar la deuda. Todo el dinero se la dejaba la tratante, además decían que si querían salir del lugar sola tenían que pagar 10 mil colones (cerca de 20 dólares), si salían acompañadas por un cliente 25 mil colones (menos de 50 dólares) y tenían que regresar antes de las 6 de la mañana del día siguiente”, añadió Álvarez.
De todas las supuestas
víctimas, la fiscalía solo cuenta con la colaboración de 5 de ellas y de las
tres que pusieron la denuncia que podrán colaborar. A todas el Ministerio
Público les tomará un anticipo jurisdiccional de prueba (declaración
anticipada) para ser usadas ante un eventual juicio oral y público.
Tampoco todas las supuestas víctimas están
siendo asistidas por el estado costarricense, porque ellas así lo prefirieron.
Dos de las mujeres encontradas en los allanamientos, declararon a la televisión
local que ellas se prostituían por voluntad propia, sin ninguna coacción de
parte de los acusados.
El hijo de una de las
detenidas, Isaías Rivera, también aseguró que las mujeres alquilaban la cabina
como cualquier otro cliente, y que sus servicios sexuales ellas misma los
negociaban con los hombres que llegaban a los bares.
A los cinco sospechosos el Juzgado Penal les
dictó prisión preventiva. El Ministerio Público aún no termina las
investigaciones. Una vez terminada la pieza acusatoria, se presenta ante un
juez de etapa intermedio, para definir si eleva la causa a juicio, según la
fiscal Álvarez
FUENTE: HOY/RADIO MANANTIAL 102.5 FM
FUENTE: HOY/RADIO MANANTIAL 102.5 FM
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