martes, 8 de noviembre de 2016

SUCESO: EX-PAREJA SEÑALADA DE ENVENENAR A SU HIJO EN NICARAGUA.

EX-PAREJA SEÑALADA DE ENVENENAR A SU HIJO.
Rosmery Williams Chavarría, de 34 años, acusó a su excompañero de vida, Eddy Gálvez Martínez, de 36 años, de haberle dado comida envenenada a su hijo de 10 años, quien murió ayer en su casa de habitación luego de tres días con fiebre y dolor abdominal, dolencias que se complicaron a tal punto que el pequeño dejó de caminar y posteriormente falleció. 

Las autoridades policiales y forenses aún no se han pronunciado.
"Ya no le tengo lástima, ni miedo, lo que le hizo a mi hijo no tiene perdón de Dios", dijo entre lágrimas Chavarría.

Agregó que él “nunca le daba comida al niño, cuando compraba era para sus hijas (de 6 y 2 años que procrearon) y ese día dijo: 'La carne es para él y el pollo para las niñas'".

Eso ocurrió la noche del viernes 4 de noviembre, y el niño Johnson Ariel Gálvez (reconocido legalmente por Eddy) pasó el fin de semana con dolor estomacal y fiebre, pero no lo llevaron al hospital.

 “Hoy (ayer) que vine al mediodía, mi niño ya no caminaba, ni hablaba. Y la saliva la tenía como alaste, solo me estaba esperando”, dijo entre lágrimas la progenitora.

"Yo trabajo de cocinera en la escuela del Ejército, paso ocho días internada y descanso otros ocho días, hoy (ayer) me dieron permiso", relató Rosmery, quien se mantuvo informada sobre el malestar del niño por medio de sus hijos mayores.

"Estoy segura de que él me lo mató envenenado, él me tenía amenazada, que si yo lo denunciaba con la Policía, mataría a mis hijos y quemaría mi casa", relató llorando la mujer, quien es originaria de Puerto Cabezas, Caribe Norte, al igual que su expareja.

Al conocer del hecho, autoridades del Distrito Diez de Policía se presentaron al kilómetro 17 de la carretera hacia Xiloá, tres cuadras al este, dos al sur, para detener a Gálvez Martínez, quien habita en la casa contigua a la víctima. 

Convivieron juntos ocho años, se conocieron en Puerto Cabezas y luego se vinieron a vivir a la capital.

"Me separé de él hace más de un año por un caso de abuso sexual. Entonces me amenazó y dijo que si lo denunciaba, su familia me haría brujería y me mataría. Mis hijos me dijeron que así dejara las cosas porque qué iban a hacer sin mí, si nosotros somos solos y solo a mí me tienen, pero ya no voy a callar más", señaló.

Pobladores del barrio Polos de Desarrollo Canaán, donde habitan las víctimas, dijeron que si se hubiesen enterado sobre cómo ocurrió la muerte del menor, hubieran hecho justicia por su cuenta. 
"Que ese maldito le dé gracias a Dios que vino la Policía a traerlo, antes que nos enteráramos nosotros, porque se lo hubiéramos dado mal muerto”, dijo indignada una de las habitantes, quien pidió quedar en el anonimato por temor a represalia.

Las autoridades policiales trasladaron el cuerpo del niño al Instituto de Medicina Legal para determinar las causas del deceso.

FUENTE: N/D

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