Dos sujetos
habitantes de Managua son señalados de pertenecer a una banda internacional que
se dedica al tráfico de migrantes, especialmente de ciudadanos originarios del
continente africano.
Los supuestos
traficantes fueron capturados cuando pretendían trasladar 78 africanos,
incluido dos niños, en condiciones deplorables, en el camastro de un camión,
dijo la Fiscalía.
Se trata de los
acusados Francisco Enrique Jiménez Aráuz, de 35 años, con domicilio en el
barrio San Judas y Josué Leoncio Chávez Espinoza, de 23, residente del barrio
Santa Ana, ambos de la capital.
A los procesados,
la Policía les daba seguimiento desde el pasado 15 de agosto de 2016, tras
conocer que estos, junto a otros individuos de identidad desconocida, se
encargaban del ingreso irregular de migrantes africanos a Nicaragua,
procedentes de Costa Rica; el traslado de los ilegales se hacía a píe (por
puntos ciegos) por el municipio de Sapoá, departamento de Rivas.
En la acusación,
que la fiscal Inés Miranda presentó ayer ante la juez Noveno Distrito Penal de
Audiencia, Indiana Gallardo, indicó que los acusados y otros miembros de la
agrupación usan dos rutas para el transporte y traslado de los migrantes, vía
terrestre en camiones.
También utilizan
vehículos livianos como guías y bandereros que alertan sobre la presencia de policías
o militares.
La primer ruta terrestre que usa esta agrupación para el traslado de migrantes africanos es: desde Sapóa, pasando por San Juan del Sur, después a la Carretera Panamericana Sur, continúan su paso por Nandaime, Diriamba hasta llegar a Managua, donde se trasladan al municipio de El Crucero, propiamente en el kilómetro 17 y medio, en la entrada al Boquete, Carretera Panamericana Sur, donde miembros del grupo dejan a los migrantes africanos.
Otro grupo de la
banda se encarga del traslado de los migrantes africanos, desde El Crucero,
pasan por León, Chinandega, hasta llegar a la frontera de El Guasaule, para
cruzarlos a Honduras, con destino final a los Estados Unidos.
Fue así que el
pasado 26 de septiembre a las 7:30 de la noche, los acusados Francisco y Josué
fueron detenidos por la Policía, en el kilómetro 10 y medio de la Carretera
Panamericana Sur, quienes transportaban a 78 migrantes africanos, incluido dos
niños (originarios de los países de Ghana, Guinea y El Congo) en un camión con
camastro tapado, placa ES 07850.
La juez indiana
Gallardo admitió la acusación contra los acusados Francisco Jiménez y Josué
Chávez, también les impuso la prisión preventiva.
La defensa de los
acusados pidió que los llevaran a Medicina Legal porque los reos
presentaban problemas estomacales y cardio vasculares.
13
días de prisión preventiva les aplicó la juez a los acusados, que regresan a la
audiencia inicial el próximo 12 de octubre.
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